Separamos los residuos, dijo la rubia
Ring ring ( o tring tring), sonó el timbre.
Abrí una celosía de la ventana. Con un poco de fastidio.
Encuestadora, dije, en esos segundos de incertidumbre en lo que siempre pienso lo... erróneo.
Una rubia vestida en verde, con una alegría en la mirada, unos ojos verdes más claros que el día.
Puso tanto entusiasmo en contarme el sistema de separación de residuos --"una servilleta húmeda, manchada con grasa, por ejemplo, no es reciclable"--, tanta garra en su speech, tanto que acá estoy, hablando de ella.
Después, ahora, caigo en que tenía un speech de venta.
Cuando cerré la celosía, no sé por qué, pensé en Amsterdam.
Etiquetas: cosa pública, variedades
2 COMENTARIOS:
Te cuento Gabriel, que el cartelito que te dieron yo también lo tengo, lo colgué en la cocina, ahora cada vez que tiro algo a la basura, debo tener los anteojos puestos y fijarme en que bolsita va. Caí en la cuenta que debo comprar otro recipiente para la basura, uno para secos y otro para húmedos. Ya tengo los dos containers en la puerta de casa. Espero que esta inversión Telerman, de resultados, que no me cambien las cosas ahora que ya me lo estoy aprendiendo, a ver si a Macri se le ocurre otra idea.
Saludos Mabel
PD Aprendí a escribir comentarios al pie. Jaja.
Es una idea tan simple, pero tan buena a la vez. Ya con los verdes está la calle más limpia, me parece.
Te felicito por los comentarios. Parece fácil, pero no es.
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