Arma de Instrucción Masiva necesita libros para su carrocería. Es en serio.

Bendita sea la intuición que me llevó el viernes a pasear por el barrio. Salí a tomar un café, antes de ir a buscar al pibe a la escuela, pero me decidí por visitar la librería de Parque Patricios.

Echándole el ojo estaba a "La Tierra Purpúrea", de W.E. Hudson, cuando a mi espalda vi la sombra de Raúl Lemesoff. Y un día común y silvestre se volvió inolvidable paseo en la primera e indestructible Arma de Instrucción Masiva.
(Advertencia: el tiempo de lectura y de visión de este post es de al menos 10 minutos; sin una buena conexión, es tiempo perdido).

---

Algo sobre Raúl: es un artista, un gran artista que no encaja el concepto galería. No es para Ruth Benzacar. El que sepa leer inglés podrá leer sobre él en Art Car Museum, en el Houston Chronicle, o en el Houston Press. El que no, que no se gaste, ni se preocupe, que acá sigo.

Uno de mis primeros posts en el barrio fueron sobre él y sus colegas. En diciembre de 2005 publiqué sobre una fiesta en el Chela de la calle Iguazú y, entre otras cosas, saqué una foto a un viejo Ford Falcon.

Este es el Falcon que Raúl está cubriendo de libros y que el viernes paseó por Parque Patricios como una suerte de prueba piloto que funcionó bien: la policía no lo detuvo (tiene papeles, ojo), regaló libros y consiguió promesas de donaciones.

¿De qué se trata? "UN TANQUE DE LIBROS ILUMINARÁ LA CIUDAD CON LA DIMENSIÓN SANADORA DE LA INFECCIÓN URBANA", dice el sitio oficial del proyecto: www.monkko.com. Convertir el Falcon en un tanque recubierto de libros. Ser una librería ambulante. Lo explica Raúl:



De la librería nos fuimos en el auto a buscar al nene a la escuela. En el video de abajo, el trayecto por la calle Cátulo, con vista de la entrada del Bernasconi, y giro por Catamarca.




Imagináos las caras de y las reacciones. Un hombre mayor se acercó para saber: "¿Ustedes compran libros viejos"? No, al contrario, se necesitan donaciones para poder llenar toda la carrocería de libros; mejor dicho, para construir una carrocería con libros.

Una mamá de la Escuela 4 quiso saber si se vendían libros. "No, se regalan", dijo Raúl, desconcertando a todos.

Después, tomó unos cuantos libros infantiles y se puso a regalar. "Para que lean", le decía a los chicos, y luego me decía a mí: "Estos pibes no se van a olvidar más dónde recibieron estos libros. Le van a dar otro valor". Hubo chicos, desconcertados, que no creían que fueran un regalo e intentaban devolverlos.

Después salimos por Catamarca hasta La Rioja, vía Rondeau. Es lo que se ve en el video de abajo.



Le pregunté a Lemesoff de dónde sacó el Falcon, y ahí recordó que hay un video posteado en YouTube sobre la destrucción de este auto que perteneció a las fuerzas policiales en los años '70. La esfera de metal que destruye los vidrios, Lemesoff que castiga al auto como si fuera con un látigo, alguien que con ropa policial se para sobre el techo, destellos de una soldadora ... Es lo que se dice una performance inquietante.




El que tenga libros para donar, escribirle a Raúl a:

su correo electrónico.

(foto de LEAN DROWsy, en Ateos en Argentina)